El Centro Médico Virgen de la Caridad de Cartagena cuenta entre sus sanitarios con un especialista en neuropediatría y neuroeducación que utiliza técnicas punteras basadas en la combinación de terapias médicas y educativas con los escolares. El doctor Julián Vaquerizo Madrid atiende esta unidad pediátrica, que se puso en marcha hace un año.
– ¿Cómo está funcionando la Unidad Especializada de Neurología Infantil y Juvenil del Centro Médico?
– La Unidad Especializada de Neurología Infantil y Juvenil del Centro Médico Virgen de la caridad está atendiendo actualmente a un número muy considerable de familias. Creo que en este momento queda cubierta una demanda asistencial muy importante en la región de Murcia, incluso tras un año desde la puesta en marcha de esta unidad médica podemos decir que nuestro centro es también referente en el campo de la neuropediatría para otras comunidades autónomas.
– ¿Cuáles son los principales problemas que afectan a los niños que acuden a su consulta?
– Del volumen de asistencias en la consulta de neurología infantil debo destacar los problemas que afectan al aprendizaje, al temperamento y al control afectivo o conductual a lo largo de la infancia y la adolescencia. Esto coincide con la estadística conocida a nivel nacional que nos señala que más del 7% de nuestros escolares manifiestan síntomas propios de falta de atención y/o hiperactividad en el aula.
– ¿Cuál es el tratamiento adecuado para estos problemas?
– El tratamiento de estos problemas es siempre multiprofesional. El centro médico ofrece la asistencia médica neuropediátrica, el soporte psicológico y de atención temprana, siempre junto al seguimiento de los propios colegios.
– Usted es un experto en el ámbito de la neuroeducación ¿cómo se trabaja en este campo y cuales son los beneficios de este sistema de trabajo a la hora de resolver los problemas de sus pacientes?
– En mi experiencia personal el abordaje de esta problemática sólo puede realizarse desde el ámbito de la neuroeducación. Ésta es un modelo diagnóstico y de terapia que unifica los conocimientos que tenemos sobre cómo nuestro cerebro aprende, cómo se desarrolla el individuo y cómo se adapta a su entorno familiar, social y escolar. A través de la neuroeducación se identifican los diversos estilos de aprendizaje y los comportamientos de los chicos, sin olvidar cómo influyen en la estructura familiar. Conocemos 25 rutas que nuestro sistema nervioso usa para adaptarse y responder al entorno, por ejemplo el sistema de la atención o el control de los impulsos. Identificando cuáles de éstas habilidades están comprometidas podemos elaborar un ‘menú terapéutico’ individualizado para cada escolar. En este sentido, uno de los aspectos más interesantes de programas como el nuestro es la posibilidad de acercarnos a los chicos con dificultades académicas o conductuales mediante modelos de terapia que complementan la asistencia médica, promoviendo la participación en grupo de toda la familia. Áreas de las neurociencias como la musicoterapia han demostrado su eficacia en la reeducacion de los alumnos tanto en ciertas competencias académicas como en muchas alteraciones de la conducta.